Arturo Carrera

en la clase de ayer me leyó darío, rubén
yo estaba con roco en la falda y despierta
luego de haber aceptado la taza con puro café
parecen tacitas de avión –le dije
lo son -me dijo y agregó:
eran de la época de la linda vajilla de metal
ahora te dan otra cosa, que no se puede ni robar
le pregunté si darío podía dedicarse sólo a escribir poesía y me contó que no
vivía de ser periodista en la nación
su escritorio estaba justo enfrente del mismo mitre.
y, para poder escribir poesía, se tapaba con libros el frente y lo hacía, durante todo el día.
pobres los poetas me dijo, que tienen que esconderse para leer y escribir lo que les gusta.
y yo agregué, a mi, me pasa lo mismo!
y me dio vergüenza y fruición decirlo
porque era vanidoso de mi parte
pero con mucha verdad
esa es la pura verdad y los poetas
no podemos esconderla.
VC
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